La Unión Europea ha votado a favor de unas normas más estrictas que permitirán suspender más fácilmente el acceso sin visado de los ciudadanos que no son miembros de la UE. La decisión refleja el aumento en la preocupación por los riesgos de seguridad, las presiones migratorias y las infracciones de los derechos humanos vinculados a ciertas naciones.
Bajo la reforma, la Comisión Europea podrá restaurar permanente o temporalmente los requisitos del visado para países que actualmente disfrutan de un acceso sin visado en la zona Schengen. Esta política se aplica a 61 países.
Previamente, la suspensión del viaje sin visado requería investigaciones prolongadas y umbrales muy estrictos. El nuevo marco de trabajo simplifica el proceso y proporciona a la UE una discreción más amplia para responder a las amenazas específicas o a las infracciones políticas.
El mecanismo actualizados además establece referencias claras: un 30% de aumento en las estadías no permitidas o actividad criminal seria y un 20% en una tasa de reconocimiento de asilo muy baja, podrán justificar la revisión del estatus del país para su acceso sin visado. No obstante, la Comisión tendrá en cuenta cierta flexibilidad para actuar incluso fuera de estos umbrales si así fuera necesario.
La ley revisada, además, presenta varias razonas para la suspensión que son una novedad. Estas incluyen amenazas híbridas como es el uso deliberado de la emigración como presión política, las dudas sobre las ciudadanías por inversión o “pasaporte dorado”, y el fracaso a la hora de alinearse con las políticas de visado de la UE. A mayores, las infracciones a las leyes internacionales, a la ONU o las sentencias de los tribunales internacionales son, ahora, causa para abrir una revisión de suspensión.
La mayor adición a la reforma es el poder de la UE para determinar a agentes oficiales de gobiernos como responsables de los abusos de los derechos humanos o de la infracción de políticas, en lugar de aplicar una suspensión total a toda la población. Este enfoque pretende hacer responsables a los líderes sin penalizar a los ciudadanos normales.
Según Matjaž Nemec, el legislador esloveno que ha liderado la reforma, el sistema actualizado proporciona a la UE una fuerte herramienta diplomática para proteger sus valores. Ha descrito las políticas de visado como un instrumento estratégico y práctico que refleja el compromiso de Europa de defender la ley internacional y los derechos humanos.